B12 – DEFENSA RAZONADA Y ARGUMENTADA DE ALGUNOS PROYECTOS DE AMPLIACIONES O NUEVAS ESTACIONES DE ESQUÍ

En este artículo, trataré de explicar las razones por las que estoy a favor de nuevas estaciones de esquí o de algunas ampliaciones. No me extenderé mucho, ya que de una forma u otra, este tema, se trata profusamente en otros artículos de la web.

Las estaciones de esquí, son indiscutiblemente un motor para la vida de los valles. Se podrían indicar muchos estudios alusivos al tema.

Comentaré aquí brevemente uno que Aramón encargó a ECAS sobre el turismo de montaña de la comunidad.

Este estudio aporta datos estadísticos que resaltan principalmente, que sólo las localidades de montaña con estación de esquí han visto aumentar su población en los últimos veinte años. Destaca por ejemplo el crecimiento de Benasque que ha pasado de 775 habitantes en 1981 a 1418 en el 2001, un 83% de aumento. Sallent de Gállego pasó de 536 a 654 habitantes lo que supone un aumento del 20.3% y Panticosa pasó de 506 a 636, lo que representa un aumento del 25.7%

Sin embargo, las comarcas que no tienen centros invernales han disminuido su población en un 15.4%.

El envejecimiento de población es clarísimo en zonas sin estación invernal y es menor en zonas con centros invernales.

El empleo en zonas con estación de esquí aumenta enormemente, con crecimientos de 41% en Cerler, 37% en Candanchú y Astún y el 36% en Formigal-Panticosa.

El estudio demuestra que el modelo impuesto por los centros invernales es solvente y no puede ser reemplazado por el tradicional.

Y miren, yo más que por estos estudios, me baso en mi experiencia personal de recorrer todo el Pirineo Aragonés en los meses invernales.

Y si no eres ciego, ves claramente como valles o comarcas sin estaciones invernales como el de Ansó, Hecho, Sobrarbe o Isábena están aletargados.

Gran parte de los hoteles y comercios cerrados, cada vez menos gente, no se ven niños, no se abren nuevas empresas o comercios. De verdad, que pasas en invierno por sitios que en agosto son un hervidero de gente como Torla o Broto y no hay ni blas.

Sin embargo, vas a los valles del Aragón, Tena y Benasque, o sea los valles con estación de esquí y no tiene ni que ver. Se ve vida, ves gente en los bares, hoteles y comercios. Cada año ves empresas, comercios o establecimientos nuevos. Se fija la población, aumenta la tasa de natalidad, hay empleo. Es que no tiene ni que ver el tema.

Vayan en invierno al Pirineo y comparen pueblos con estación de esquí cercana como Biescas, Villanúa, Sallent, Escarrilla o Benasque con pueblos en zonas dónde no hay estación de esquí como pueden ser Ansó, Fago, Hecho, Broto, Parzán o San Juan de Plan.

Y oigan, los ecologistas pueden decir lo que quieran, pero el que no vea esto es que es ciego.

Y no olvidemos que aunque todo depende del año, la temporada de esquí se suele alargar desde finales de noviembre o principios de diciembre hasta mediados o finales de abril. Estamos hablando de 4-5 meses, lo que junto a los meses de verano y Semana Santa, asegura prácticamente ocho meses anuales de ocupación turística a las zonas con estaciones de esquí, y desde luego los pueblos que no tienen estación de esquí, no tienen turismo tantos meses ni de lejos.

¿Hay otras alternativas? Pues no. Hay actividades complementarias como talleres de artesanía, turismo rural, pequeñas empresas de productos típicos de la tierra etc Pero ninguna de estas actividades pueden fijar la población y generar la riqueza económica y el empleo que genera una estación de esquí.

Porque oigan, que hay que apoyar igualmente actividades tradicionales como la ganadería. Pero seamos serios, pocos jóvenes quieren hoy en día llevar ese tipo de vida y además es muy difícil vivir hoy en día de la ganadería, no olvidemos las reformas de la PAC (Política Agraria Común) y el tremendo recorte que va sufrir España en cuanto a subvenciones de la Comunidad Europea para la ganadería.

Y es que el Pirineo debe de vivir principalmente del turismo, y el turismo que acude a los centros de invierno, es el que más dinero da.

Repito, que es que no hay otra opción, como decía el que fue guarda del Refugio de Estós durante 20 años, Juan Antonio Turmo en entrevista al Periódico de Aragón del 9 de abril del 2005 hablando de la ampliación de Cerler hacia Castanesa "No se puede poner allí una fábrica de camisas de lino".

O como dijo el 19 de marzo del 2006, en entrevista al Periódico de Aragón, el Presidente de Aragón Marcelino Iglesias : "No podemos pedir a un joven que se quede en el Pirineo a hacer mermelada".

Por todo ello, es necesario hacer nuevas estaciones de esquí en zonas dónde no existen como el Sobrarbe y remodelar y ampliar las ya existentes para no perder comba ante la feroz competencia. El alcalde de Biescas Luis Estaún decía en el Heraldo de Aragón del 19 de enero del 2006 "En Biescas hubo un impulso muy potente en la economía del valle con la simple ampliación que se hizo cinco años atrás de Formigal".

Porque que no les engañen los ecologistas con que así nos cargamos todo el Pirineo. La parte ocupada por las estaciones de esquí en el Altoaragón, es mínima, según algunos estudios de sólo el 0.3%.

¿Quiere decir esto que hay que apoyar cualquier proyecto de estación de esquí? Pues no, para nada, por lo menos por mi parte no es así.

Digo esto, porque gente sin argumentos, cuando a mi o a otros nos oyen defender Punta Suelza o Ruego, enseguida dicen que si fuera por nosotros, haríamos una estación de esquí desde Linza hasta el Aneto.

Repito y reitero que para nada. Yo hay muchísimos sitios del Pirineo dónde jamás haría una estación invernal, y de todos modos siempre respetaré la voluntad de la gente de los valles.

Porque personalmente, mucho antes que esquiador, me considero aragonés, montañero y pirineísta, y por lo tanto quiero a mi tierra y deseo que se conserve en el mejor estado posible.

Y como quiero lo mejor para mi tierra y sus gentes, sé que los centros invernales son fundamentales para la supervivencia de la chen de los valles, y por lo tanto estoy a favor de una estación de esquí en el Sobrarbe o a favor de las ampliaciones de Formigal, Panticosa y Cerler.

Eso si, exigiendo que esas ampliaciones se lleven a cabo de la manera más respetuosa posible con el medio ambiente, sin hacer urbanizaciones en alta montaña, grandes desmontes o movimientos de tierra (o sea al revés de lo de Aramón en Formigal).

Créanme, se puede llegar a un equilibrio.

MARCO

 

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