A1- QUIÉNES SOMOS, DE DÓNDE VENIMOS. PRESENTACIÓN DEL AUTOR DE LA WEB.

Una famosa frase existencialista dice : ¿Quiénes somos, de dónde venimos, adónde vamos? En este primer artículo de la web trataré de presentarme, diré quien soy y de donde vengo. Y digo bien eso de quien soy y no quienes somos, porque la autoría de esta web es únicamente mía, y las ideas que ella defiende , las doy sólo en mi nombre.
Me llamo Marco, y nací hace treintaytantos años en la inmortal ciudad de Zaragoza. Mis antepasados proceden fundamentalmente de Aragón, por parte paterna de las Altas Cinco Villas zaragozanas y por parte materna, de la provincia de Huesca. Soy pues aragonés, pero no sólo de nacimiento y procedencia, sino que soy aragonés de mente y corazón.
Este punto, puede parecer intrascendente pero no lo es, porque en gran parte ,esta web está realizada en defensa de mi tierra, Aragón.
Desde muy crío, prácticamente desde que nací, mis padres me llevaron a menudo al Pirineo, principalmente en invierno a Biescas y Jaca y en verano a Sarvisé (valle de Broto).


En Chistau

Pronto me enamoré de estas montañas, desde crío los Pirineos fueron una de mis pasiones.
Con unos doce años, empecé a esquiar. Mi padre me llevaba con mi hermano a las laderas del Portalet, subíamos andando y nos tirábamos por la montaña. Fuí pues casi autodidacta en el aprendizaje del esquí, craso error, pues esa manera incorrecta de aprender, unido a que soy un patán, han hecho que nunca haya sido un gran esquiador.
Entre los once y los trece años, subí tres veranos con mi colegio de los Corazonistas de Zaragoza a los campamentos que montaban en el Plan de los Baños de Benasque. Eso fue definitivo, porque hizo que aumentara mi amor por la montaña y en particular por los Pirineos. En esos años aún casi de infancia, subí a numerosos picos y lagos del valle de Benasque, lugares como el Aneto, Alba, Batisielles, Cregueña, Aigualluts, Remuñe, Gorgutes etc.
Aún cuando subo al Plan de los Baños, me acerco a mirar con nostalgia, los restos de la roca pintada con el anagrama del GMC (Grupo Montaña Corazonistas).
Comentar que no digo todo esto para decir que soy un gran montañero ni mucho menos. Nunca he subido el Everest ni el K2 ni lo haré en la vida, realmente soy un montañero y esquiador medio, yo incluso diría que la palabra exacta sería mediocre.
Y lo recalco, porque como voy a comentar seguidamente, me considero un pirineista, pero eso para nada quiere decir que voy de supermontañero y superesquiador, ni lo soy, ni voy de ello, son temas absolutamente diferentes.


En la estación de esquí de Cerler, al fondo el Aneto.

Personalmente me considero un pirineista del Siglo XXI. El Pirineísmo, es un movimiento que comenzó en el siglo XVIII y tuvo su máximo esplendor en el siglo XIX. Es un movimiento de conquista de las grandes cumbres de los Pirineos y de estudio de su fauna, botánica, geología, lenguas, gentes, historia, cultura u otras facetas.
Aunque de los Pirineos me interesa casi todo, yo me considero especialmente un estudioso de su climatología. Sé perfectamente, que hay quienes, por defender como vamos a ver en la web, algunas nuevas estaciones o ampliaciones de estaciones de esquí del Pirineo, no me considerarán un pirineista. Pero a mi la opinión de según que gente, me importa muy poco, y yo tengo claro que soy un pirineista, por ser una persona que incansablemente visita y recorre la Cordillera y por ser un un enamorado y un estudioso de la misma, especialmente como he comentado antes, de su faceta climatológica.
Pero sigo contando mi historia. Ya desde que era un muchacho, me interesó mucho el tema de la climatología de los Pirineos. Cuando mis padres me llevaban en coche o andando por los Pirineos, me preguntaba cosas como las razones de que en un pueblo X hubiera nieve y en otro situado a similar altura, sin embargo no había. Así que empecé desde muy joven a investigar sobre el tema, ya con doce años hacía pequeños escritos sobre el clima de los Pirineos y apuntaba en cuadernos, temperaturas de pueblos o espesores de estaciones de esquí.


En la cima de Erata, al fondo cimas de Ordesa, Tres Sorores y Tres Marías

Cursando mis estudios de Bachillerato, con quince y dieciséis años, me iba en ocasiones al Centro de Zaragoza del Instituto de Meteorología, entonces situado en unas dependencias del cuartel militar que existía en el Paseo de Gran Vía.
Recuerdo, que a veces hablaba con trabajadores del Centro, les preguntaba sobre el clima de tal o cual pueblo del Pirineo, y ellos no sabían ni donde estaban estos pueblos, ni siquiera sabían que existían.
Buscaba todo lo que podía por librerías, pero encontraba muy poca cosa. Cuando era un niño, pensaba que habría magníficos libros sobre el clima y la innivación de los Pirineos, que existirían grandes expertos en la materia.
Pronto me dí cuenta de que esto no era así, enseguida tuve claro que debería ser un autodidacta.
Posteriormente, y durante mis estudios en la Facultad de Derecho, me iba en ocasiones al Departamento de Geografía de la Universidad de Zaragoza a leer tesis doctorales sobre el clima de los Pirineos. En su mayoría me parecían bastante malas, encontraba muchos errores y veía que eran realizadas en base a unos escasos datos estadísticos, pero por gente, que realmente no conocían la Cordillera ni la recorrían a menudo.
Esa idea que ya tenía antes de los veinte años, era cada vez más clara, tendría que buscarme la vida y ser un autodidacta si de verdad quería conocer el clima de los Pirineos, pues no existía ni gente realmente experta ni publicaciones buenas que versaran sobre el tema.
Esto en verdad, era para mi una pena, pues jamás he tenido un gran vocación de investigador ni mucho menos he buscado la notoriedad. Hubiera preferido que hubieran existido magníficos libros sobre la materia, que esa información que yo ansiaba saber, existiera. Me hubiera ahorrado mucho trabajo, pero no era así, y ví claramente que me lo tenía que currar.
Seguí durante muchos años, pidiendo datos al INM tanto de Madrid como de Barcelona como de Zaragoza (ya situado en el Polígono Argualas). Además hasta que salió un Decreto a mitad de la década de los 90, que hacía que se cobraran los datos pedidos al INM, todos estos datos eran gratuitos.
Algunos veranos iba también a la Biblioteca del Instituto Pirenaico de Ecología de Jaca, y me leía todo lo que podía sobre el tema. Recuerdo algunas tesis o estudios franceses bastante buenos, mejores que los que había visto en España.
En mis recorridos por el Pirineo, iba recopilando datos de estaciones meteorológicas de los Pirineos, los cogía tanto de particulares como de empresas hidroeléctricas. También adquirí datos del Pirineo francés a Meteofrance y del Pirineo andorrano al Gobierno de Andorra.


En el Astazu, al fondo cumbres del Circo de Gavarnie

Realmente, tengo el despacho de mi casa, lleno de datos climatológicos tanto del Pirineo aragonés, como del catalán, navarro, andorrano y francés.
Datos del INM, de MeteoFrance, del Gobierno de Andorra, de compañías hidroeléctricas, de estaciones de esquí, tesis doctorales, los escasos libros y estudios sobre la materia, informaciones sacadas de internet e incluso datos de estaciones propias.
Y es que tengo que recalcar, que no soy un meteorólogo. Si que he realizado algún curso de Meteorología, pero ni mi ocupación laboral ni mis estudios universitarios (Derecho) tienen nada que ver con el tema.
¿En qué baso mis conocimientos sobre el clima de los Pirineos? Pues es mi enorme arsenal estadístico ya comentado y especialmente en mi experiencia de muchos años subiendo al Pirineo a comprobar los diversos fenómenos meteorológicos. Muchas andadas, muchos kilómetros, tanto por el Pirineo navarro como por el catalán, francés, andorrano y sobretodo por el aragonés.
Puedo poner como ejemplo, que para comprobar la innivación o los efectos sobre los diversos valles de una entrada del norte, he llegado en varias ocasiones a realizar en un mismo día o día y medio, recorridos como este o similares. Levantarme en Biescas, subir a Candanchú-Astún, volver a la Ribera del Gállego y subir a Formigal-Portalet y luego a Panticosa-Balneario de Panticosa. Pasar por el Cotefablo a la Ribera del Ara y subir a Ordesa, pasarme seguidamente a la Ribera del Cinca por el Valle de Vió. Subir a Pineta y Tunel de Bielsa, pasar luego al valle de Chistau. Cruzar luego por el Collado de Sahún o por el puerto de Foradada a la Ribera del Ésera, subir a Cerler y a los Llanos del Hospital de Benasque, pasar luego al valle del Noguera Ribagorzana por los Collados de Fadas y Espina y acabar finalmente el recorrido en el Valle de Arán.Ya digo, muchas andadas, muchos kilómetros para intentar conocer el clima de mis queridos Pirineos, desde luego yo no he sido de los que analizan el clima de esta cordillera desde su despacho y sólo en base a unos datos estadísticos.
Igualmente, en mis recorridos por los Pirineos, me ha gustado hablar con la gente de la zona, y también con observadores de estaciones meteorológicas, trabajadores de estaciones de esquí, guardas de refugios de montaña y de esas conversaciones he aprendido mucho.En la actualidad, mi pasión por los Pirineos y en especial por su climatología, no ha decrecido y sigo recopilando datos estadísticos y andando y conduciendo mucho por los valles y montañas pirenaicos.
Aunque sigo viviendo en Zaragoza, paso un importante número de días al año en los Pirineos, y uno de mis sueños, es más adelante, vivir de forma continua en estos valles y montañas, sin duda en el Altoaragón es dónde me gustaría pasar los últimos años de mi vida.
Sobre los fines y objetivos de esta web, sobre las razones de su creación, les hablaré en mi siguiente artículo.


En el circo de Pineta

 

MARCO

 

 

<< Volver